"ÁTALA"
DE CHATEAUBRIAND
EN LA VERSIÓN CASTELLANA DE SIMÓN RODRÍGUEZ, PUBLICADA EN PARÍS, 1801.
Simón
Rodríguez
obras completas
TOMO II
[EDICIÓN EN 2 TOMOS] Traducción de "Átala"
de Chateaubriand
Nota. — Se reproduce el (texto de la obra de
Chateaubriand, Átala, EN LA VERSIÓN CASTELLANA DE SIMÓN RODRÍGUEZ, PUBLICADA EN PARÍS,
1801.
Se imprime en la forma y con las
notas de dicha edición.
OBRAS COMPLETASA LA JUVENTUD DE BAYONA EN FRANCIA
Un Viajero extranjero, a quien
habéis acogido con tanta bondad, os dedica Átala, traducida de una
lengua que os es familiar. Aceptad esta dedicatoria como débil homenaje que rinde
a los sentimientos de estima que le habéis inspirado. La primera virtud del
hombre es la gratitud; vosotros la habéis convertido en imperiosa necesidad
para mi corazón. Vuestras bondades, presentes en mi memoria, ¿no me recuerdan
sin cesar esta Juventud amable, la primera en enseñarme a apreciar la generosidad
del carácter francés?
S. Robinson.
434 SIMÓN RODRÍGUEZ
ADVERTENCIA DEL AUTOR SOBRE
ESTA EDICIÓN
Para hacer esta obrita más digna
del aprecio con que ha sido recibida, me he aprovechado de todas las críticas.
He tenido la felicidad de ver, que la verdadera filosofía y la verdadera
religión son una misma cosa: porque personas muy distinguidas, que no piensan como yo sobre el cristianismo, han sido las primeras
que se han interesado por el buen éxito de Átala. Esto sólo responde
a los que querían persuadir, que el lugar que se ha hecho en el concepto
público
esta anécdota indiana, no se debe sino al espíritu de partido. Sin embargo, se me ha censurado tan agria, por no decir
groseramente, que se ha llegado hasta ridiculizar el siguiente
apostrofe a los Indios. (1)
"¡ Indios desgraciados, que
he visto errantes por los desiertos del Nuevo Mundo con las cenizas de vuestros
abuelos! vosotros ejercitasteis conmigo la hospitalidad a pesar de vuestra
miseria, y yo no podría ofrecérosla hoy: porque vago como vosotros sujeto al
favor de los hombres, y menos feliz en mi destierro, porque no llevo los huesos
de mis padres".
Sobre esta última frase recae la
observación del crítico. Las cenizas de mi familia confundidas con las de Mr. de
Malsherbes: seis años de destierro y de infortunios, no le han presentado más
que un objeto de burla. ¡Ojalá que los sepulcros de sus padres no exciten nunca
en él ei dolor de haberlos perdido!
(1) Década filosófica, N"
227, en una nota.
OBRAS COMPLETAS - TOMO II 435
En fin, fácil es conciliar los diversos juicios que se han formado
sobre Átala. Los que me han culpado, no han atendido más que a mis talentos,
los que me han elogiado, sólo han considerado mis infortunios.
P. S. Se me informa en este instante
que se acaba de descubrir en París una contra-facción de las dos primeras
ediciones de Átala, y que se hacen actualmente otras muchas en Nancy y
Strasburgo. Espero que el público se servirá dirigirse únicamente, para comprar
esta obrita, a casa de Mygnerety a la antigua librería de Dupont.
NOTA. Este P. S. habla de las
ediciones francesas, y se ha traducido
sólo en calidad de aviso a los
que quieran comprar Átala en su original.
C A R T A
Publicada en el diario de los
Debates y en el Publicista
CIUDADANO: en mi obra sobre el
genio del cristianismo o
las bellezas poéticas y morales de la religión cristiana, se halla una sección
entera consagrada a la poética del cristianismo. Esta sección se divide en
tres partes, poesía, bellas-artes, y literatura, que se terminan con
una cuarta, cuyo título es: Armonías de la religión, con las escenas de la
naturaleza, y las pasiones del corazón humano.
Yo examino en esta parte
muchos puntos que no pudieron entrar en las antecedentes, como los
efectos de las ruinas góticas comparadas con otras suertes de ruinas, la
situación de los monasterios en la soledad, el aspecto poético de esta
religión popular, que ponía cruces en
las encrucijadas de los caminos,
que colocaba imágenes de vírgenes y santos como para custodiar las fuentes y
olmos viejos, que creía en los presentimientos y en las fantasmas, etc., etc. Dicha
parte concluye con una anécdota extraída de mis viajes por América, y escrita
bajo las chozas mismas de los salvajes, intitulada Átala, etc.; pero por haberse traspapelado algunos ensayos de esta pequeña
historia, me veo obligado a imprimirla separadamente, antes de la obra principal, a fin de precaver un
accidente que me podría perjudicar infinito. Si vm. quisiera,
ciudadano, hacerme el favor de publicar esta carta, se lo agradecería como un
servicio importante.