sábado, 29 de octubre de 2016

DIARIO DE DAVID BRAINERD . 1 ENERO 1744

1 de diciembre
Por la mañana y por la noche gocé de alguna intensidad en la oración y anhelé un
engrandecimiento del reino de Cristo en el mundo. Mi alma parece no poder esperar en
Dios, hasta el tiempo en que Él va a derramar su bendición a la iglesia. Oh, si la religión
pudiera ser reavivada con poder!

22 de diciembre
Pasé el día solo en ayuno y oración y leyendo la palabra sobre las pruebas y
liberaciones de sus hijos. Creo que resultó una corroboración de la fe, y la comprensión
del poder, gracia y santidad divinos, y también sobre la inmutabilidad de Dios, que Él es
el mismo que libraba a sus santos de antaño de las grandes tribulaciones.
Mi alma
estuvo orando varias veces por el aumento de la iglesia y el pueblo de Dios. “Oh, si
Sión
pudiera pasar a ser el gozo de toda la Tierra!
Es mejor esperar en Dios con
paciencia que poner la confianza en nada de este mundo inferior. “Alma mía, espera en
Jehová”, porque “de Él viene tu salvación”.

29 de diciembre
Pasé el día principalmente conversando con amigos, y tuve poca satisfacción, porque
pude hallar pocos que estuvieran dispuestos a conversar sobre las cosas divinas y
celestiales
. Ay, que son las cosas de este mundo para proporcionar satisfacción al alma!
Cerca de la noche regresé a Stockbridge. En secreto bendije a Dios por mi aislamiento y
por que no siempre estuviera expuesto a la compañía y conversación del mundo. Oh, si
pudiera vivir “en el secreto de la presencia de Dios”!

31 de diciembre
Cabalgué desde Stockbridge a mi casa en el bosque. El aire era claro y tranquilo, pero
tan frío como nunca, o casi nunca, lo había sentido. Estuve en gran peligro de perecer
debido a lo extremo del clima. Pude meditar mucho por el camino.

Día del Señor, 1 de enero de 1744
De veras Dios ha sido bueno y misericordioso para conmigo, aunque El me ha hecho
pasar por muchas aflicciones. El ha provista para mi en abundancia, de modo que he
sido capacitado en los últimos quince meses, para conceder para unos de caridad unas
cien libras, en moneda de Nueva Inglatrra, según puedo recordar. Bendito sea el Señor,
que me ha usado hasta ahora como su mayordomo para distribuir una porción de sus
bienes! Que siempre recuerde que todo lo que tengo viene de Dios. Bendito sea el
Señor que me ha sacado adelante en todo! Oh, que pueda empezar este año con Dios y
pasarlo todo para su gloria, sea en la vida, sea en la muerte!
14 de enero
Esta mañana gocé de unas solemnes horas de oración; mi alma se sintió ampliada y
ayudada para derramarse, para recibir la gracia de Dios y todas las bendiciones que
deseaba para mi, para mis amigos cristianos y para la Iglesia de Dios; y fui capacitado
para ver a Aquel que es invisible, para que mi alma descansara sobre Él para la
ejecución de todo lo que pedí que fuera agradable a su voluntad. Mi alma confió en
Dios, p
ara mi y para su Iglesia; confío en el poder y la gracia divinos, para que hiciera
cosas gloriosas en su Iglesia en la Tierra, para propia gloria.
4 de febrero
Gocé de cierta liberta y refrigerio espiritual; fui capacitado para orar con algún fervor, y
con intenso deseo por la prosperidad de la iglesia; y mi fe y esperanza parecían echar
mano de Dios para la ejecución de lo que había sido capacitado para implorar. La
santificación en mi mismo y el recogimiento de los elegidos de Dios, esto era mi deseo;
y la esperanza de su realización todo mi gozo.

2 de marzo
Estuve ocupado casi todo el día en escribir sobre un tema divino. Estuve orando con
frecuencia
y goce de ayuda hasta cierto punto. Pero por la noche Dios tuvo a bien
concederme una dulzura divina en la oración
; especialmente en el deber de la
intercesión. Supongo que nunca sentí tanta bondad y amor por aquellos que tengo
motivos para pensar que son mis enemigos, si bien en aquel momento halle una
disposición que me permitía pensar lo mejor de todos, de modo que apenas podía
creer que una cosa como la enemistad y el odio pudiera albergarse en alma alguna; me
parecía que todo el mundo tenía que ser amigo. Nunca había orado con mayor libertad
y deleite por mi mismo o por mi amigo mas querido, como oré ahora por mis enemigos.
3 de marzo
Por la mañana pase –creo- una hora en oración con gran intensidad y libertad con la
emoción mas tierna y dulce para la Humanidad.
Deseaba que aquellos que, según tenía
razones para pensar, me tenían mala voluntad, pudieran ser felices eternamente. Me
parecía consolador pensar en verlos en el cielo, a pesar de que me habían ultrajado en
la Tierra.
No sentía disposición en insistir en confesión o reconocimiento alguno por su
parte, a fin de hacer una reconciliación y facilitar el ejercicio del amor y la bondad hacia
ellos.
Oh, es un emblema del mismo cielo amar a todo el mundo con un amor de bondad,
perdón y benevolencia; sentir el alma tranquila, suave y mansa;
estar exento de todas
las sospechas y suposiciones de mal y apenas ser capaz de pensar mal de hombre
alguno en ninguna circunstancia; hallar el corazón simple, abierto y libre para todos
aquellos que nos miran con ojos distintos!
La oración fue un ejercicio tan dulce para mi, que no sabía como cesar, para no perder
el espíritu de la oración
. No sentí disposición a comer o a beber, por amor a ello, sino
solo para sostener mi cuerpo y sentirme adecuado para el servicio divino
. No habría
podido estar contento sin una mención muy particular al gran número de queridos
amigos ante el trono de la gracia; como también de las circunstancias particulares de
muchos en cuanto me eran conocidas.

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