RECORDACION FLORIDA
CORREGIDOR DE HUEHUETENANG
sustancia
que á la letra-no se espresa por no alterar con su elegante estilo y
docto laconismo, el propio nuestro inculto y bronco; y este mismo suceso autenticado por el teniente general Don Gaspar Sáenz Viteri, Alcalde mayor del
partido de Tótoníczüpa, de Orden del Real Acuerdo, en que parece que
habiendo ido á este pueblo de San Juan Atítlán á darle misa el día del
gran Doctor de la Yglesia San Gerónimo de el año de 1692; siendo
la hora del medio día, se empezó á abrir en la tierra un surco bien
profundo, que atravesando en longitud por medio del cementerio de
aquella Yglesia, se dilató por toda la planta de aquel pueblo, y á breve
espacio de tiempo se fueron abríendo y continuando• otros muchos
canales como el primero muy continuados y muy juntos, y estos tan hondos
y profundos, que al movimiento de sus roturas, empezó á crugir
desengarado el maderage de la casa del religioso; pero
advertido de este Ministro el desastre que amenazaba, yendo á la Yglesia
percibió más estruendo en las maderas, y reconoció mejor su gran
prudencia la instabilidad de aquel suelo abierto por muchas partes, para
mandar sacar los vasos sagrados y ornamentos, imágenes, lámparas,
órgano, y•campanas, no sin mucho peligro y grande riesgo de este Padre y
de los que se detenían en semejante diligencia; mas ésta ejecutada á
gran fervor, salió del pueblo con todos los vecinos de aquel miserable y
pobre pueblo, como á las cinco de la tarde. Pero, después en
los días inmediatos sacaron aquellos indios los, retablos, quedando un
solo colateral que no se pudo redimir, por que creciendo el riesgo á
grande ruina, dentro
de poco se vino al suelo toda la Yglesia, con la casa del Ministro y
las mas posesiones de aquel pueblo; y hasta las que eran de paja también
cedieron á aquel castigo. De donde se deduce la• ingencía con
que las grietas y aberturas aflojaron la tierra, puesto que ellas
únicamente, sin temblor de tierra •que no le hubo ni antes ni después,
ocasionaron tal estrago, con que quedó todo el terreno arado á surcos
tan hondos y profundos como 'Cuarenta varas, sin lo que llenó de ellas
el desplomo.
Y quien podrá pensar de la flaqueza de los hombres, que los de aquesta estirpe siempre errada, y en especial los de este pueblo, o por los públicos castigos, temporales, ó por los muy notables y estupendos de la justicia superior del Tribunal divino, no estuvieran sujetos y enmendados, mas se errará en la cuenta quien pensare con piedad necia é indiscreta que no se están en su malicia y sus errores; así me lo asegura por su carta de dos de Junio de noventa y tres el R. Mo. Fr. Díego'de Rivas, por estas cláusulas formales: "Huélgome mucho llegase á tiempo el ínforme de este partido, para, que lograse el suceso de el pueblo de San Juan Atiilán,en la pluma de Vmd. su debida ponderación, :en el caso y en el ;castigo que el cíelo le envió con tan inaudita ruina; bien que ;ellos poco sé dan por entendidos, puesto que ahora el mes pasado estando yo solo ;allí (por que el cura estaba ,en Necta) enterrando una india, á mis ojos le (metieron una gícara en una bola de masa de cacao en la sepultura, que no habiéndolo yo advertido al hic et asume, al día siguiente hice delante de todo el pueblo abrir la sepultura y hallé la gícara con la dicha masa; hice azotar al que la metió (que fué el marido de la •dijunta), hícele su sermón al pueblo,.y después en el propio idioma su cura. Vea Vmd. que tal anda todavía en estos hijos la superstición, y que diremos de lo ahora sucedido en Tustla &" de esto de Tustla acerca de gran tumulto
Recordación Florida, Francisco Antonio se
Fuentes y Guzmán Biblioteca “Guatemala” de la Sociedad de Geografía e Historia,
Tipografía Nacional Guatemala. M. C. M. XXX III .Historia General de Guatemala.
Asociación de Amigos del País. Fundación para la Cultura y el Desarrollo.
Guatemala 1.933.
Por Capitán ANTONIO DE FUENTES Y GUZMANCORREGIDOR DE HUEHUETENANG
Y quien podrá pensar de la flaqueza de los hombres, que los de aquesta estirpe siempre errada, y en especial los de este pueblo, o por los públicos castigos, temporales, ó por los muy notables y estupendos de la justicia superior del Tribunal divino, no estuvieran sujetos y enmendados, mas se errará en la cuenta quien pensare con piedad necia é indiscreta que no se están en su malicia y sus errores; así me lo asegura por su carta de dos de Junio de noventa y tres el R. Mo. Fr. Díego'de Rivas, por estas cláusulas formales: "Huélgome mucho llegase á tiempo el ínforme de este partido, para, que lograse el suceso de el pueblo de San Juan Atiilán,en la pluma de Vmd. su debida ponderación, :en el caso y en el ;castigo que el cíelo le envió con tan inaudita ruina; bien que ;ellos poco sé dan por entendidos, puesto que ahora el mes pasado estando yo solo ;allí (por que el cura estaba ,en Necta) enterrando una india, á mis ojos le (metieron una gícara en una bola de masa de cacao en la sepultura, que no habiéndolo yo advertido al hic et asume, al día siguiente hice delante de todo el pueblo abrir la sepultura y hallé la gícara con la dicha masa; hice azotar al que la metió (que fué el marido de la •dijunta), hícele su sermón al pueblo,.y después en el propio idioma su cura. Vea Vmd. que tal anda todavía en estos hijos la superstición, y que diremos de lo ahora sucedido en Tustla &" de esto de Tustla acerca de gran tumulto
CAPITULO XI
Que continúa la materia de los precedentes, hn relación de los pueblos de este Corregimiento de Totonicapa, y doctrina de la Sierra que está recomendada á la Religión Mercedaria.
MARGINALES.—Pueblo y convento de CHIANTLA. — Vecindad de Chíantla, — Templo y imagen milagrosa de nuestra Señora. — Milagro continuado de la Sta. Señora. — Lo que padecen los curas doctrineros con los comendadores, priores y guardianes. — Todos Santos CUCHUMATLAN. — Su peligrosa jornada. — Engaño que se padece acerca de la cabecera del río Chiapa, y cual es el que le da principio. — Vecindad de este pueblo de Cuchumatlán. — Utilidad y tratos de estos indios cuchumatanes. — San Martín Cuchumatlán. — AGUACATAN y CHIALCHITLAN. — Su vecindad de este pueblo, y su difícil y único idioma. — Su situación y temperamento. — Sus frutos deste país. — Su iglesia, y casa de el ministro.
Habíamos prometido señir á dos capítulos la descripción de este partido; mas la estensión de su país, pueblos que le componen á la jurisdicción, y su doctrina y vecindad, no á poco volumen se reduce, ni á epílogo y breve narración se sujeta, con que entendiéndonos á más severa y larga relación; continuaremos nuestro asunto con el partido y encomienda de Chíantla. Yace este pueblo de cabecera de partido y convento de encomienda á solo una, legua de distancia de el de Huehuetenango, situado en amenísima llanura, en cuya estensa proporción solo se oponen á la vista pequeños bosques de pinares que se derraman y divisan á gran distancia del poblado, cuya planicie dilatada entiende la amenidad de su campiña sobre la celsitud de grandes montes y está plantado hácia la parte del Norte con claros y limpios horizontes, muy claro y alegre cielo; pero su suelo seco y elevado á grande altura es en estremo tanto colérico cuanto frío y ocasionado de jaquecas y destemplanza de cabeza. Sus aguas flúidas y derramadas por entre tupida breña de Taray, son escelentes y saludables, de donde los indios en su idioma Mame la llaman con el pronombre de Talbin, que quiere decir agua que se bebe; y de la maravillosa especialidad de sus fuentes diremos adelante, para decir en lo que discurrimos ahora que este lugar de Nuestra Sra. de Chiantla le compone la vecindad de cien indios tributarios y de quince vecinos españoles que en su producto se reducen á quinientos y ocho habitadores de unos y otros, y estos generalmente aplicados á la crianza de ganado menor están aprovechados y en descanso, y entre los indios se halla mayor la utilidad con la que se consiguen con los hilados y tejidos. Todo lo más del aspecto material de este lugar está fabricado de teja; el convento, en claustro es escelente, y el templo es uno de los santuarios más adornados y pulidos que hay en el reino, frecuentado de romería numerosa en venerac'ón de la Santísima imagen de la virgen María Nuestra Señora Madre de Dios, cuya continuación de milagros se espresan bien en libro que he leído y está en poder del Comendador de aquel convento, que pudiera estar impreso á mayor culto de esta Señora; y solo referiremos le, que sucede ahora acerca de sus milagros; pero
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Que continúa la materia de los precedentes, hn relación de los pueblos de este Corregimiento de Totonicapa, y doctrina de la Sierra que está recomendada á la Religión Mercedaria.
MARGINALES.—Pueblo y convento de CHIANTLA. — Vecindad de Chíantla, — Templo y imagen milagrosa de nuestra Señora. — Milagro continuado de la Sta. Señora. — Lo que padecen los curas doctrineros con los comendadores, priores y guardianes. — Todos Santos CUCHUMATLAN. — Su peligrosa jornada. — Engaño que se padece acerca de la cabecera del río Chiapa, y cual es el que le da principio. — Vecindad de este pueblo de Cuchumatlán. — Utilidad y tratos de estos indios cuchumatanes. — San Martín Cuchumatlán. — AGUACATAN y CHIALCHITLAN. — Su vecindad de este pueblo, y su difícil y único idioma. — Su situación y temperamento. — Sus frutos deste país. — Su iglesia, y casa de el ministro.
Habíamos prometido señir á dos capítulos la descripción de este partido; mas la estensión de su país, pueblos que le componen á la jurisdicción, y su doctrina y vecindad, no á poco volumen se reduce, ni á epílogo y breve narración se sujeta, con que entendiéndonos á más severa y larga relación; continuaremos nuestro asunto con el partido y encomienda de Chíantla. Yace este pueblo de cabecera de partido y convento de encomienda á solo una, legua de distancia de el de Huehuetenango, situado en amenísima llanura, en cuya estensa proporción solo se oponen á la vista pequeños bosques de pinares que se derraman y divisan á gran distancia del poblado, cuya planicie dilatada entiende la amenidad de su campiña sobre la celsitud de grandes montes y está plantado hácia la parte del Norte con claros y limpios horizontes, muy claro y alegre cielo; pero su suelo seco y elevado á grande altura es en estremo tanto colérico cuanto frío y ocasionado de jaquecas y destemplanza de cabeza. Sus aguas flúidas y derramadas por entre tupida breña de Taray, son escelentes y saludables, de donde los indios en su idioma Mame la llaman con el pronombre de Talbin, que quiere decir agua que se bebe; y de la maravillosa especialidad de sus fuentes diremos adelante, para decir en lo que discurrimos ahora que este lugar de Nuestra Sra. de Chiantla le compone la vecindad de cien indios tributarios y de quince vecinos españoles que en su producto se reducen á quinientos y ocho habitadores de unos y otros, y estos generalmente aplicados á la crianza de ganado menor están aprovechados y en descanso, y entre los indios se halla mayor la utilidad con la que se consiguen con los hilados y tejidos. Todo lo más del aspecto material de este lugar está fabricado de teja; el convento, en claustro es escelente, y el templo es uno de los santuarios más adornados y pulidos que hay en el reino, frecuentado de romería numerosa en venerac'ón de la Santísima imagen de la virgen María Nuestra Señora Madre de Dios, cuya continuación de milagros se espresan bien en libro que he leído y está en poder del Comendador de aquel convento, que pudiera estar impreso á mayor culto de esta Señora; y solo referiremos le, que sucede ahora acerca de sus milagros; pero
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en
este y en lo demás que escribiremos con nombre de milagro o título de
santidad, nos con atención venerable y sujeción filia: lo sujetamos á
los decretos y determinaciones de la Santa Sede Apostólica; diciendo que
habiéndosele dedicado á su Majestad nuevo retablo, y colocado, en él su
milagrosa y santa imagen, se vió desde aquel punto que penetrando, una
luz y resplandor por el retablo á herir en la pared del respa'do, se
veía entre aquella claridad una sombra aun más diáfana y alegre que la
misma luz; pero el Comendador que lo era el P. Mo. Fr. Rodrigo de
Valenzuela, Padre de esta Provincia Mercedaria y calificador del Santo
Oficio, hizo diversos exámenes quitando las luces de los balcones del
temp'o, las de las velas del altar y lámparas, y haciendo enjalvegar de
nuevo la pared del respaldo; pero siempre reconoció que la luz y la
sombra permanecía y que uno y otro emanaba y proviene todavía del lugar y
asiento de la santa imagen, y así se ve -hoy en día con venerable
admiración. Es el culto que esta Señora tiene -decentísímo y aseado,, con buena plata labrada de sacristía y ricos ornamentos; muchas lámparas,
y la principal y mayor que le donó Francisco Ruiz Lozano, vecino de la ciudad de los Reyes en el Perú, y- natural de la Puebla de los Angeles, envió para dote de su luz una barra de valor de mil y trescientos pesos.
No es la más numerosa esta doctrina de Chiantla ni es por eso la menos útil y provechosa á los vicarios ó á los comendadores, que es lo más cierto; por que así en estas encomiendas como en las otras, doctrinas de Santo Domingo y San Francisco, son los priores y los guardianes los que perciben las obenciones, contentando á los curas doctrineros con una pobre ración de cada mes, sobre que el R. Obispo Don Juan de Ortega Montañez, mostraba gran sentimiento, y refería lo que á una siesta le sucedió en Samayaque, que yendo á buscar fresco á la Yglesía halló al vicario muy divertido en el altar enmangando cacao, y preguntándole ¿qué hace, padre vicario? le respondió: Señor, estoy :hurtando un poco de este cacao (ofrenda de los indios) para nuestro chocolate. A que irritado le dijo, llenándole las mangas con lo que había, llévelo, llévelo, padre, que todo es suyo y no del guardián,que ese no es cura; y ponderaba este Prelado la miseria y abatimiento de los unos y la potestad y abundancia de los otros. Pero dejando las digresiones, pasaremos á decir de esta doctrina que la componen cuatro pueblos y cinco Pilas bautismales, con la estinguída en la Parroquia de la estancia de Ponce y de los lugares que prevalecen, el de Todos los Santos Cuchumatlán, á ocho leguas de distancia de la cabecera situado, se hace su jornada peligrosa y molesta, á grande y notable celsitud, tanto en estremo eminente y levantada, que es la primera tierra qe. se divisa por los pilotos de la navegación del Sur; mas este tránsito dilatado y con mucho riesgo, es temeroso y atendible de los progresores de su senda, por que desde que se emprende su viage desde Chiantla ó desde Huehuetenango, que añade una legua, es todo pugnar subiendo por tres leguas de cuesta peligrosa, hasta llegar á la estancia de Juan de Alvarado, de donde se camina por llanura dos, largas leguas, que en el verano se cubren de hielos y en el invierno de ciénagas y sumíderos; de donde se prosigue este camino por otras tres leguas de penosísima bajada que corre por una abra que hacen dos elevadas cordilleras, de tan mal suelo y tan iredoso,
y la principal y mayor que le donó Francisco Ruiz Lozano, vecino de la ciudad de los Reyes en el Perú, y- natural de la Puebla de los Angeles, envió para dote de su luz una barra de valor de mil y trescientos pesos.
No es la más numerosa esta doctrina de Chiantla ni es por eso la menos útil y provechosa á los vicarios ó á los comendadores, que es lo más cierto; por que así en estas encomiendas como en las otras, doctrinas de Santo Domingo y San Francisco, son los priores y los guardianes los que perciben las obenciones, contentando á los curas doctrineros con una pobre ración de cada mes, sobre que el R. Obispo Don Juan de Ortega Montañez, mostraba gran sentimiento, y refería lo que á una siesta le sucedió en Samayaque, que yendo á buscar fresco á la Yglesía halló al vicario muy divertido en el altar enmangando cacao, y preguntándole ¿qué hace, padre vicario? le respondió: Señor, estoy :hurtando un poco de este cacao (ofrenda de los indios) para nuestro chocolate. A que irritado le dijo, llenándole las mangas con lo que había, llévelo, llévelo, padre, que todo es suyo y no del guardián,que ese no es cura; y ponderaba este Prelado la miseria y abatimiento de los unos y la potestad y abundancia de los otros. Pero dejando las digresiones, pasaremos á decir de esta doctrina que la componen cuatro pueblos y cinco Pilas bautismales, con la estinguída en la Parroquia de la estancia de Ponce y de los lugares que prevalecen, el de Todos los Santos Cuchumatlán, á ocho leguas de distancia de la cabecera situado, se hace su jornada peligrosa y molesta, á grande y notable celsitud, tanto en estremo eminente y levantada, que es la primera tierra qe. se divisa por los pilotos de la navegación del Sur; mas este tránsito dilatado y con mucho riesgo, es temeroso y atendible de los progresores de su senda, por que desde que se emprende su viage desde Chiantla ó desde Huehuetenango, que añade una legua, es todo pugnar subiendo por tres leguas de cuesta peligrosa, hasta llegar á la estancia de Juan de Alvarado, de donde se camina por llanura dos, largas leguas, que en el verano se cubren de hielos y en el invierno de ciénagas y sumíderos; de donde se prosigue este camino por otras tres leguas de penosísima bajada que corre por una abra que hacen dos elevadas cordilleras, de tan mal suelo y tan iredoso,
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