martes, 21 de noviembre de 2023

“MI CORAZÓN INQUIETO “ 174-176

 “MI CORAZÓN INQUIETO “

POR VIENTO SOLLOZANTE

Primer Libro

174    Nl' CORAZÓN INQUIETO
Trinidad Nube de Nieve, nuestro tercer hijo, nació un domingo del mes de enero. ¡ Cómo nos gozamos viendo que estaba sano y que era normal, a pesar de que no pesó más que dos kilos, setecientos   trein ta gramos.
Pocos minutos después de su nacimiento noté una sensación en mi pierna y la espalda dejó de dolerme. Estaba muerta de hambre y media hora después del nacimiento del bebé me trajeron la cena. Comí sin cesar durante los primeros días, mientras descansaba en el hospital. Mi vista era normal y no podía acordarme de haberme encontrado jamás tan fuerte.
El médico dijo que estaba mejor, pero no quiso decir que yo estaba bien hasta no haber realizado algunos análisis.
Cuando salí del hospital parecía como si nada saciase mi apetito, llegando a comer seis veces al día durante las dos semanas siguientes. Al cabo de un mes regresé al médico para que viese cómo andaba de salud. Nube de Nieve era pequeño, pero tenía una salud estupenda. Mis últimos análisis de sangre no mostraban nada malo, solamente un poco de tensión baja y azúcar. Las extrañas y malformadas células que habían aparecido en todos los análisis durante los últimos seis meses habían desaparecido.
El médico sonrió y dijo: "No sé lo que ha sucedido. Ha estado usted muy enferma, sin que yo lograse averiguar cuál era el motivo y no sé por qué está usted bien ahora. Quiero que le hagan a usted un análisis de sangre cada seis meses, pero por lo que veo ahora, vivirá usted y podrá ver a sus nietos."
Continuaron realizándome los análisis de sangre, pero el problema no volvió a aparecer nunca más. El médico no logró tampoco averiguar qué era lo que había causado el problema o por qué había desaparecido. Yo no tenía respuesta para las dos primeras preguntas, pero estaba segura de que la oración había sido la respuesta a la última.
Ahora que sabía lo frágil que era la vida, ésta resultó mucho más dulce.
MI CORAZÓN INQUIETO 175
NUBE DE NIEVE
ojalá la vida te brinde en su camino cosas hermosas.
Puestas de sol doradas a la caída de la tarde

 Un hogar tranquilo entre los altos árboles,

 Un alma reposada, un corazón en calma.
tu vida se llene de horas felices,

De buenos libros, de colinas llenas de flores.
De amigos en los que confiar durante el año entero, 

Y que nuestro dulce Jesús te bendiga ricamente              .Pag176

CAPITULO VEINTIUNO

Estaba tan ocupada cuidando a mis tres niños pequeños que me aislé del resto del mundo y durante seis meses no hablé con nadie más que con Don y los niños
Finalmente Don me preguntó: —¿Es que no quieres ver a otras mujeres? ¿No quieres ir a visitar a algunas vecinas o algo así? ¿Es que no necesitas charlar ?
Yo me encogí de hombros y le contesté: —Estoy contenta con mi familia y mi casa, no necesito a nadie de afuera.
—Creo que te haría bien salir, ir a alguna parte y ver a alguien. Creo que mañana deberías de llevar a los niños en el coche para ir a la ciudad a comprar alimentos.
—Pero si tú siempre compras la comida y lo que necesito lo mando a pedir del catálogo. No quiero ir a la ciudad.
Tenía la sensación de que ya había perdido el argumento y que Don ya se había decidido antes de mencionar la visita a la ciudad.
—Te irá bien y no tendrás ningún problema. Ve solamente a la ciudad y lleva a Nube a la clínica para su examen médico, compra un poco de comiday luego te vienes a casa. ¿Qué podría salir mal? —razonó.
Esa noche apenas si dormí, preocupándome al pensar en todas las cosas que estaba segura de que me sucederían, como pudiesen ser ruedas pinchadas
, el perderme o chocar; esos eran algunos de los más leves problemas que esperaba.

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