LOS CREADORES
DE LA ROMA MODERNA
EN CUATRO LIBROS
I. MUJERES HONORABLES NO POCAS II. LOS PAPAS QUE HICIERON EL PAPADO III. LO POPOLO: Y LA TRIBUNA DEL PUEBLO IV. LOS PAPAS QUE HICIERON LA CIUDAD
BY
MRS. OLIPHANT
AUTHOR OF "THE MAKERS OF FLORENCE"
WITH ILLUSTRATIONS BY HENRY P. RIVIERE, A.R.W.S. AND JOSEPH PENNELL
New York
MACMILLAN AND CO.
AND LONDON
1896
Preparado y electrotipado en noviembre de 1895. Reimpreso en enero de 1896. Norwood Press J. S. Cushing & Co.—Berwick & Smith. Norwood Mass. U.S.A.
INSCRIBO ESTE LIBRO CON LOS QUERIDOS NOMBRES DE AQUELLOS MÍOS QUE YACE BAJO LOS MUROS DE ROMA: Y DE ÉL, EL ÚLTIMO DE TODOS, QUE NACIÓ EN ESA TRISTE CIUDAD: TODOS AHORA ME ESPERAN, COMO CONFÍO, DONDE DIOS PUEDA COMPLACER.
F. W. O. M. W. O. F. R. O.
1-3
PREFACIO.
Nadie esperará de este libro, ni de mí, los resultados de una investigación original, ni una solución —si es que alguna solución es posible— de cuestiones controvertidas que han ocupado a los estudiantes más serios. Todo lo que intento o deseo es echar una mirada individual al aspecto de estas cuestiones que se presenta con más claridad a una mente un poco ejercitada en los aspectos de la humanidad, pero no entrenada en las formas del conocimiento.
Este humilde esfuerzo ha sido al menos concienzudo.
El trabajo se ha visto muy interrumpido por el dolor y el sufrimiento, por lo que, por cualquier desliz suyo, la escritora pide la indulgencia de sus amigos desconocidos.
CONTENIDO.
LIBRO I.
MUJERES HONORABLES NO SON POCAS. CAPÍTULO I. ROMA EN EL SIGLO IV página 1 CAPÍTULO II. EL PALACIO EN EL AVENTINO 14 CAPÍTULO III. MELANIA 29 CAPÍTULO IV. LA SOCIEDAD DE MARCELA 43 CAPÍTULO V. PAULA 65 CAPÍTULO VI. LA CASA MADRE 89 xii LIBRO II. LOS PAPAS QUE HICIERON EL PAPADO. CAPÍTULO I. GREGORIO EL GRANDE 119 CAPÍTULO II. EL MONJE HILDEBRAND 181 CAPÍTULO III. EL PAPA GREGORIO VII 230 CAPÍTULO IV. INOCENTE III 307 LIBRO III.
LO POPOLO: Y LA TRIBUNA DEL PUEBLO. CAPÍTULO I. ROMA EN EL SIGLO XIV 381 CAPÍTULO II. EL LIBERTADOR 402 CAPÍTULO III. EL BUONO STATO 428 xiii CAPÍTULO IV. DECLINACIÓN Y CAÍDA 460 CAPÍTULO V. EL SOLDADO DE LA FORTUNA 486 CAPÍTULO VI. EL FIN DE LA TRAGEDIA 493 LIBRO IV. LOS PAPAS QUE HICIERON LA CIUDAD. CAPÍTULO I. MARTÍN V.—EUGENIO IV.—NICOLÁS V. 513 CAPÍTULO II. CALIXTO III.—PÍO II.—PABLO II.—SIXTO IV. 552 CAPÍTULO III. JULIO II.—LEÓN X. 581
LISTA DE ILUSTRACIONES. xvILUSTRACIONES EN TEXTO. El Coliseo, de J. Pennell 1 El Palatino, desde el Aventino, de J. Pennell 13 La Ripetta, de J. Pennell 14 Sobre el Palatino, de J. Pennell 27 Las Murallas de San Juan de Letrán, de J. Pennell 29 El Templo de Vesta, de J. Pennell 42 Iglesias del Aventino, de J. Pennell 43 Las Escaleras del Capitolio, de J. Pennell 51 El Letrán desde el Aventino, de J. Pennell 64 Pórtico de Octavia, de J. Pennell 65 Trinita de' Monti, de J. Pennell 76 Desde el Aventino, de J. Pennell 87 El Capitolio desde el Palatino, de J. Pennell 89 San Bartolomé, de J. Pennell 97 San Pedro, desde el Janículo, de J. Pennell 103 San Pedro, desde el Pincio, por J. Pennell 107 Porta San Paola, por J. Pennell 115 Las escaleras de San Gregorio, por J. Pennell 119 Villa de' Medici, por J. Pennell 133 San Gregorio Magno, y San Juan y San Pablo, por J. Pennell 145 La Piazza del Popolo, por J. Pennell 157 Monte Pincio, desde la Piazza del Popolo, por J. Pennell 167 Ponte Molle, por J. Pennell 180 El Palatino, por J. Pennell 181 Pirámide de Cayo Cestio, por J. Pennell 197 Trinita de' Monti, por J. Pennell 207 La Villa Borghese, por J. Pennell 220 xvii Donde se encontraba el gueto, por J. Pennell 228 Desde San Gregorio Magno, por J. Pennell 230 En la Villa Borghese, por J. Pennell 306 La fuente de la tortuga, por J. Pennell 307 Todo lo que queda del gueto, por J. Pennell 377 Sobre el Tíber, por J. Pennell 381 Sobre el Pincio, por J. Pennell 402 La Lungara, por J. Pennell 428 Porta del Popolo (Puerta Flaminia), por J. Pennell 459 Teatro de Marcelo, por J. Pennell 460 Los jardines Borghese, por J. Pennell 486 Tumba de Cecilia Metella, por J. Pennell 493 Escritor de cartas, por J. Pennell 510 Piazza del Popolo, por J. Pennell 513 Sobre el Pincio, por J. Pennell 533 En el Corso: Iglesia Puertas, por J. Pennell 542 Degradación moderna de un palacio, por J. Pennell 552 Fuente de Trevi, por J. Pennell 581 Una tienda de baratijas, por J. Pennell 600
LIBRO I
. MUJERES HONORABLES NO POCAS.
CAPÍTULO I.
ROMA EN EL SIGLO IV.
No hay lugar en el mundo cuya descripción sea menos necesaria (o de la que se han intentado tantas descripciones) que la que fue capital de ese mundo, la ciudad suprema y eterna, la sede del imperio, el hogar del conquistador, el mayor centro humano de poder e influencia que nuestra raza haya conocido jamás. Su historia es única, al igual que su posición.
Dos veces, en circunstancias y por medios tan diferentes como se pueda imaginar, ha conquistado y mantenido sometido al mundo. Todo lo que el hombre conocía en su época rendía tributo y reconocimiento a los Césares; y un círculo cada vez más amplio, que abarcaba países y razas desconocidas para los Césares, ha considerado a los soberanos espirituales que los sucedieron como a las primeras y más altas autoridades de la tierra. El lector sabe, o al menos se le ayuda de todas partes a tener alguna idea y concepción de la ciudad clásica —ser ciudadanos de la cual era el objetivo de la ambición de todo el mundo, y cuyas instituciones y leyes, e incluso su arquitectura y costumbres domésticas, eran la única regla de la civilización— con sus edificios nobles y grandiosos, sus espléndidas calles, la magnificencia y grandeza de su vida; mientras que, por otro lado, la mayoría de la gente puede formarse alguna idea de lo que era la Roma de los Papas, la soberbia pero sórdida ciudad medieval con sus grandes palacios y sus antros de pobreza, y esa conjunción de exuberancia y necesidad que no llama la atención mientras la mayor parte de una población permanece en un estado de esclavitud.
Pero hay un período intermedio, que no ha atraído mucha atención de los escritores ingleses, y que el lector pasa por alto como un tiempo en el que no hay mucho que desear en detenerse, aunque en realidad es el momento de transición cuando lo viejo está a punto de ser reemplazado por lo nuevo, y cuando ya la energía y el entusiasmo de una nueva influencia están haciendo su aparición entre los trágicos restos y abismos del pasado. Una antigua civilización muriendo en la impotencia del lujo y la riqueza, de la que todo poder activo o influencia sobre el mundo había partido, y una nueva y profunda revuelta interna, rompiendo su falsa calma desde dentro, antes de que las furiosas fuerzas de otra potencia en ascenso hubieran comenzado a tronar a sus puertas afuera, forman sin embargo un espectáculo lleno de interés, especialmente cuando el escenario de tantos conflictos está atravesado e iluminado por las figuras más realistas, y ha dejado su registro, tanto del bien como del mal, en crónicas auténticas y detalladas, llenas de carácter y vida individual, en las que los hombres y mujeres de la época están ante nosotros, ocupados y rodeados de circunstancias que son muy diferentes de las nuestras, pero unidas a nosotros por esa unidad infalible de vida y sentimiento humanos que hace del extranjero más lejano un hermano, y del más distante de nuestros predecesores primigenios como un vecino de hoy.
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